Todos los seres humanos hemos recibido la misma opción para realizarnos. La gran diferencia la marcan aquellos pocos que se han decidido a emplearse a fondo para lograr lo que desean.
Ser excelente es hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no se pueden hacer.
Ser excelente es comprender que la vida no es algo que se nos da hecha, sino que tenemos que producir las oportunidades para alcanzar el éxito.
Ser excelente es comprender que: en base a una férrea disciplina, es factible forjar un carácter de triunfadores.
Ser excelente es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias.
Ser excelente es saber decir: Me equivoqué y proponerse no cometer el mismo error.
Ser excelente es levantarse cada vez que se fracasa, con un espíritu de aprendizaje y superación.
Ser excelente es reclamarse a sí mismo el desarrollo pleno de nuestras potencialidades buscando incansablemente la realización.
Ser excelente es entender que a través del privilegio diario de nuestro trabajo podemos alcanzar la realización.
Ser excelente es ser creador de algo: un sistema, un puesto, una empresa, un hogar, una vida.
Ser excelente es ejercer nuestra libertad y ser responsables de cada una de nuestras acciones.
Ser excelente es sentirse ofendido y lanzarse a la acción en contra de la pobreza, la calumnia y la injusticia.
Ser excelente es levantar los ojos de la tierra, elevar el espíritu y soñar con lograr lo imposible.
Ser excelente es trascender a nuestro tiempo legando a las futuras generaciones un mundo mejor.
Ser líder de Excelencia de esta talla son los que necesita el mundo y los reclama Dios.
EL SER EXCELENTE | VIDEOS DE MIGUEL ANGEL CORNEJO | CONFERENCIA COMPLETA 1/2